Artículo: Personal que trabaja de forma remota? Cambia la forma en que los manejas

Personal que trabaja de forma remota? Cambia la forma en que los manejas
Un cambio radical
Cuando la pandemia obligó a pasar casi de la noche a la mañana del trabajo en la oficina a montar un negocio en casa, nadie tuvo mucho tiempo para prepararse.
Durante las primeras semanas se trataba simplemente de ir tirando y, para algunos, esa mentalidad ha continuado.
Pero tener una fuerza laboral en sus cocinas y estudios en casa en lugar de en la oficina presenta nuevos desafíos para todos.
Ahora, más de un año después de esta transición, es hora de que las empresas consideren cambiar la forma en que gestionan a su personal.
Las mismas personas, diferentes situaciones
Porque aunque siguen siendo las mismas personas, con las mismas habilidades y personalidad, sus circunstancias habrán cambiado enormemente, tanto a nivel profesional como personal.
Y aunque puede haber sido una sorpresa y no ser del agrado de todos, trabajar desde casa tiene enormes beneficios que los jefes pueden disfrutar.
Incluso mirando atrás en la historia hay algunas lecciones en esto.
En 2009 IBM decidió adoptar un marco de trabajo remoto, una medida que finalmente provocó que el 40 por ciento de sus 380.000 empleados no trabajaran en una oficina.
Pero la empresa cambió esto una década después bajo la ilusión de que tener a todos nuevamente en el mismo lugar haría al personal más ágil e innovador.
De hecho, se volvieron menos productivos y trabajaron menos horas.
Trabajar para dar la bienvenida a la nueva normalidad
Se puede entender la desconfianza de los jefes cuando se trata del trabajo desde casa, especialmente entre aquellos que están acostumbrados a tener gente a su alrededor pasando largas horas en sus escritorios.
Pero la responsabilidad de hacer que el trabajo remoto sea un éxito recae en estos jefes, y hay algunos pasos sencillos para lograrlo.
Asegúrese de que quienes trabajan desde casa tengan expectativas claras establecidas para ellos y que exista una cultura de apertura y honestidad en lo que respecta a la comunicación.
Asegúrese de programar llamadas regulares para mantenerlos informados y hacerlos sentir parte de las cosas.
Las videollamadas y las llamadas de voz también son importantes: sería peligroso esconderse siempre detrás de correos electrónicos, donde el tono y la preocupación son difíciles de medir.
La importancia de la comunicación es innegable. Con tantas oficinas cerradas o con capacidad reducida, ya no puedes acercarte al escritorio de alguien ni susurrarle al oído si hay algo de lo que no estás seguro.
De alguna manera, esa instalación debe recrearse virtualmente.
Presente en el cuerpo más que en la mente
Si la pandemia nos ha recordado algo es que la mera presencia de alguien en una oficina no garantiza la productividad.
Mostrar la cara no es igual a mostrar potencial.
Si los jefes realmente quieren lo mejor de su personal en esta nueva era fuera de la oficina, tienen que dejar de gestionarlos como si estuvieran en la oficina.